
|
El sistema nervioso central (SNC) humano representa un mecanismo complejo de células nerviosas que son responsables de una multitud de trabajos, incluido el movimiento. Como consecuencia, cualquier interferencia con el SNC puede provocar el nacimiento de muchos síntomas no deseados.
Dentro del grupo de trastornos del sistema nervioso, nos encontramos con una condición extraña e incómoda conocida como síndrome de piernas inquietas (SPI), también conocida como enfermedad de Willis-Ekbom. Nuestro objetivo es describir los síntomas de este trastorno, discutir las posibles causas, así como ver qué tratamientos y remedios caseros podemos utilizar para mitigar los efectos del SPI.
¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?
El síndrome de piernas inquietas es un condición física causada por cambios en el sistema nervioso que crean un impulso irresistible de mover las piernas. Las personas que tienen SPI tienden a experimentar una sensación incómoda en las piernas que solo desaparece cuando mueven las piernas.
Estas sensaciones, que también pueden ocurrir en los brazos, tienden a manifestarse cuando la persona está descansando. El SPI se clasifica como un trastorno del sueño porque los síntomas se desencadenan al descansar e intentar dormir, y como un trastorno del movimiento, ya que las personas se ven obligadas a mover las piernas para aliviar los síntomas.
Sin embargo, se caracteriza mejor como trastorno neurológico sensorial con síntomas que se producen desde dentro del propio cerebro.
Debido a esta interferencia con el patrón de sueño, las personas que experimentan el síndrome de piernas inquietas han informado de somnolencia diurna, fatiga mental y estado de ánimo deprimido.
Hay varios tipos de SPI y el primero, síndrome primario de piernas inquietas, tiene un inicio temprano ya que suele aparecer antes de los 40 años. Esta versión del síndrome está marcada por rasgos hereditarios (los padecerán miembros de una misma familia) y también por su rápido desarrollo.
El SPI secundario tiende a aparecer en pacientes mayores de 40 años, su aparición es abrupta y no se desarrolla con el tiempo.
Entre los principales factores que podrían provocar el SPI, podemos incluir la deficiencia de hierro, insuficiencia renal, diabetes, artritis reumatoide, enfermedad de Parkinson e incluso el embarazo.
Se ha observado que el síndrome de piernas inquietas tiende a afectar más a las mujeres que a los hombres, con casi el doble de incidencia. Además, la afección se ha relacionado con factores como la genética y el medio ambiente, el estilo de vida y los hábitos alimentarios.
Los síntomas del SPI
Aunque el signo más visible del síndrome de piernas inquietas es el impulso incontrolable de mover las piernas, los cambios en el sistema nervioso pueden dar lugar a otros síntomas como:
-
Sensaciones incómodas en las piernas. y la necesidad de moverlos debido a estas sensaciones. Los síntomas se presentan en reposo, ya sea sentado o acostado.
-
El alivio se logra una vez que se mueve la parte del cuerpo
-
Contracciones nocturnas tener lugar, y muchas veces el síndrome de piernas inquietas se ha confundido o asociado con trastorno del movimiento periódico de las extremidades (PLMD), una afección en la que una persona experimenta movimientos periódicos e involuntarios de las piernas (y, a veces, de otras extremidades) durante el sueño.
Aunque cada persona experimenta un grado diferente de malestar en sus síntomas, algunos más complicados de explicar que otros, la mayoría de las personas han descrito estas sensaciones como:
-
Picazón
-
Dolor
-
Descargas eléctricas
-
Palpitaciones
Es típico de este tipo de trastorno que los síntomas fluctúen e incluso desaparezcan durante períodos prolongados, solo para volver con mayor gravedad.

|
Causas del SPI
Las causas exactas del síndrome de piernas inquietas aún no se han determinado; sin embargo, varios estudios indican que un desequilibrio en la dopaminapodría ser responsable de esta condición.
Para muchas otras funciones, la dopamina es la encargada de enviar mensajes que controlan el movimiento muscular por lo que se cree que una variación en este neurotransmisor podría ser la causa del extraño síndrome.
Además, se ha observado que esta condición tiende a ocurrir entre los miembros de la misma familia lo que apunta a un factor hereditario.
Finalmente, existe una serie de factores de riesgo que provocarían la aparición del síndrome de piernas inquietas y entre ellos se encuentran los siguientes:
-
Deficiencia de hierro
-
Neuropatía periférica
-
Insuficiencia renal
-
Lesiones de la médula espinal
Tratamiento de prescripción
En los casos en que se haya identificado una afección o enfermedad como la causa del SPI, El tratamiento recetado puede resultar útil para aliviar los síntomas.
Sin embargo, en los casos en que se desconozca el origen de la afección, los médicos pueden optar por una serie de cambios de vida además de administrar un tratamiento farmacológico.
El tratamiento principal recomendado para los síntomas del síndrome de piernas inquietas incluye:
-
Medicina que aumenta la cantidad de dopamina en el cerebro: ropinirol o rotigotina
-
Medicamentos con efectos sobre los canales de calcio: gabapentina o pregabalina
-
Opioides o narcóticos: codeína y Oxycontin
-
Relajantes musculares y sedantes: clonazepam

|
Remedios alternativos
Los casos más leves de SPI, así como los más graves que requieren tratamiento con receta, pueden ser aliviado con una serie de remedios caseros.
1. Establece una rutina de sueño
Aunque pueda parecer difícil de lograr, tener un patrón de sueño saludable puede influir significativamente en los síntomas del síndrome de piernas inquietas.
Cumplir con las mismas horas de acostarse, mantener una habitación ventilada, libre de dispositivos electrónicos e iluminación artificial, podría mejorar significativamente la calidad de vida de alguien que lucha con esta condición.
2. Toma suplementos de hierro
Teniendo en cuenta que la falta de hierro en el cuerpo se ha relacionado con el síndrome de piernas inquietas, es recomendable ingerir alimentos ricos en hierro, así como tomar suplementos de hierro.
3. Otros suplementos
Aunque no existen estudios concluyentes al respecto, algunos especialistas sugieren que Los suplementos de ácido fólico, magnesio y vitamina B12 podrían ayudar a reducir la intensidad de los síntomas.
Consulta el artículo original: Síndrome de piernas inquietas: qué es, tratamiento y remedios en viviendolasalud.com
Referencias:
Ramar, K. y Olson, EJ (2013). Manejo de los trastornos comunes del sueño. Médico de familia estadounidense, 88 (4): 231–238.
Allen, R., Picchietti, D., Hening, WA, Trenkwalder, C., Walters, AS y Montplaisi, J. (2003) Síndrome de piernas inquietas: criterios de diagnóstico, consideraciones especiales y epidemiología Un informe del diagnóstico del síndrome de piernas inquietas y taller de epidemiología en los Institutos Nacionales de Salud. Medicina del sueño, 4 (2): 101-119.
Buchführer, MJ (2012). Estrategias para el tratamiento del síndrome de piernas inquietas. Neurotherapeutics, 9 (4): 776–790.
Leave a Reply